lunes, 14 de abril de 2014

Mi pequeño

Hoy en día creo que no te di el suficiente amor, creo que me enfadé demasiadas veces contigo sin motivo, gruñía al pasearte y ver que no andabas y me rompe el corazón pensar en todas esas veces, pocas o muchas, que te he gritado, castigado y estirado.
Creo que no te abracé lo suficiente, y que todas las veces han sido pocas para todo lo que me has dado tu a mi día a día durante quince años.
Siento que te he defraudado, que no te di la vida que te merecías, por todos los errores que haya podido cometer. Creo que siempre has sido mi ángel en la tierra, pues en el cielo ya tengo unos cuantos, y el domingo te uniste a todos ellos.
Sabía que ese día llegaría, cada día lo tenía más presente, pero a pesar de que intenté mantenerme entera, sin derrumbarme, aunque sin éxito alguno... Las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos a las 12 del medio día de un domingo que se volvió gris y triste para mi. Y no solo para mi, sino para todas en esta casa.
Fuiste el primero, una bolita pequeña, blanca y preciosa que cabía en una caja de zapatos mía cuando yo a penas tenía 5 añitos, llegaste aquí por pura insistencia, aunque ni siquiera te habíamos visto, fuiste una sorpresa, una alegría, algo inesperado, y no podría desear que fuera de otra forma.
Me diste lo mejor de ti, no hubo ni un gruñido, siempre estuviste a mi lado para que pudiera achucharte, cuando no quería estar con nadie, ni siquiera conmigo misma, no he tenido que buscarte ni una sola vez cuando he necesitado cariño, amor o una simple mirada de complicidad.
Lloraré cada día el no ver tus orejitas tiesas buscándome con desesperación al despertar para darme un mimo, una caricia, un adorable lametón para demostrarme todo tu amor.
Fuiste mi mejor amigo, mi confidente incondicional, has perdonado cada uno de mis malos humos y has admirado cada beso, abrazo o caricia, y siempre siendo el mejor perro que nadie podría desear.
Contigo aprendí lo que es querer a alguien sin esperar nada a cambio, aprendí lo que un ser te puede decir con una simple mirada, o apoyando su patita sobre ti, sobre tu mano, tu pierna, etc.
Siempre me acordaré de todas las veces que viniste corriendo al sofá solo para acurrucarte conmigo, todas las noches que dormiste conmigo en mi cama o en mi cuarto, solo por la necesidad de mi compañía o por darme el placer de tu compañía. 
Contigo nunca me sentí sola, y ahora noto un vacío existencial que no creo que pueda llenar jamás.

No sé que más decirte Toby, después de todos estos años, los 3/4 de mi vida que he compartido contigo, creo que en cada una de las publicaciones que he hecho por ti he intentado expresar mis sentimientos hoy en día hacia ti, pero sigo pensando que se quedan cortos.
Ojalá pudiera tenerte toda la vida conmigo, porque tus ojitos saltones son tan entrañables que es imposible no echarlos de menos.

Te pido perdón por estos últimos días, sé que no te hice mucho caso, de hecho tengo un dolor en el pecho que no puedo soportar por no haberme despedido de ti como tocaba, no te di las buenas noches, no te abracé por última vez, no te acaricié por última vez... Espero que sepas perdonarme.

Te amo Toby, más de lo que puedo amar a cualquier animal en el mundo, incluso puedo decir que más de lo que puedo querer a alguna que otra persona.
Espero que nunca olvides todo el cariño que te di, y que para ti haya sido por lo menos suficiente, aunque creo que nunca te di ni lo mínimo que te merecías. 
07/10/1998 - 13/04/2014... Hasta siempre "enanito del bosque", te quiero y siempre lo haré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario